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¿Por qué hay que eliminar la calamina antes de oxidar?

Antes de oxidar el acero corten

En un post anterior hablaba de distintos métodos y productos para oxidar el acero corten y citaba muy de pasada la protección de calamina que llevan las chapas cuando han sido laminadas en caliente. 

En este post te quiero explicar por qué es tan importante eliminar esta capa de protección antes de oxidar el aero corten y además te voy a enseñar con un ejemplo real qué pasa si no lo haces.

¿Qué es la calamina?

Si has comprado alguna vez chapas de acero habrás visto que algunas salen del almacén con un acabado gris azulado. Ese color no es el color natural del acero sino que se debe a una capa protectora de un material llamado calamina. Que la chapa lleve o no lleve esta protección depende del proceso con el que se ha fabricado.

Lo normal es que chapas de más de 1,5 mm de grosor hayan sido laminadas en caliente y lleven esta protcción, mientras que chapas más finas hayan sido laminadas en frío y no la tengan. Se suele llamar “chapa negra” a la que lleva calamina y “chapa blanca” a la que no la lleva.

Laminado en caliente y en frío.

Imagínate que estás en la cocina de tu casa y acabas de preparar la masa para una pizza. ¿Cómo transformas una pelota de masa de harina en la lámina delgada que necesitas? Exactamente: con un rodillo. Pues un tren de laminación de acero es lo más parecido a un rodillo de cocina pero a lo bestia.

Para poder “amasar” el acero es imprescindible calentarlo hasta temperaturas de alrededor de 1000ºC (a 1300 aprox. se funde del todo) para que se pueda deformar. Una vez alcanzada esa temperatura, el material se vuelve maleable y es posible reducir el grosor del material de partida hasta obtener la chapa final deseada. Como te puedes imaginar, tampoco es que al calentarse se vuelva como la plastilina, así que la maquinaria que hace falta es muy seria.

El problema es que una vez reducido el grosor hasta obtener el producto final, hay que esperar que se enfríe. ¿y qué pasa con el acero al rojo vivo? Que se oxida muy deprisa. ¿Solución? recubrirlo con una capa de “calamina” que lo proteja.

La consecuencia poco práctica para el usuario final de ese material es que la dichosa calamina está agarrada al acero como una lapa, y quitarla lleva bastante trabajo.

Las chapas más finas se laminan en frío, que evidentemene es lo mismo pero sin calentar el material, o sea, más a lo bruto todavía. No soy un experto en metalurgia, pero supongo que esto se hace porque los procesos de calentamiento, enfriamiento y protección frente a la oxidación son más complicados cuando las láminas son muy finas.

Como habrás notado, por si no lo sabías, la palabra “chapa” no se refiere a un material distinto ni de peor calidad, sino a un formato del mismo material.

¡Hay que quitar la dichosa calamina!

Si vas a aplicar algún producto de los que hablaba en el post anterior para oxidar el acero corten, tendrás que quitar antes la calamina, o el resultado será una chapuza, ya que el producto no actuará bien sobre el acero.

Quizá pienses que si dejas que el acero se oxide al natural, la calamina, que a pesar de estar tan bien agarrada al material no es indestructible, acabará por desaparecer y el acero corten cogerá su color característico que tanto nos gusta.

Pues lo siento, pero no. 

La calamina, efectivamente, no dura para siempre, y con el tiempo el acero a la intemperie se acaba oxidando sí o sí. Pero, como puedes ver en las fotos y en el vídeo de más abajo, el color final que obtienes no es exactamente el color del acero corten que queda tan bonito en tu jardín.

De hecho, si no quitas la calamina antes de dejar oxidar el acero corten, lo que consigues, como pasa en el ejemplo del vídeo es algo con más aspecto de chatarra vieja que otra cosa, y estoy seguro de que no era esa la idea que querías para tu jardín.

Así que si tienes, como en el ejemplo del vídeo, una barbacoa, jardineras, o lo que sea, que compraste en su día como acero corten y tiene más bien pinta de chatarra, intenta recordar qué aspecto tenía cuando lo compraste. Si era gris azulado no hay duda. No necesariamente te han colado acero normal a precio de acero corten (que probablemente lo hayas pensado), pero lo que desde luego no han hecho es tratar el material como había que tratarlo.

¿Tiene remedio?

Una cosa que me encanta del acero, y en especial del acero corten, es que prácticamente todo se puede remediar, y el problema del color feo por no haber quitado la calamina no es una excepción.

Como puedes ver en el vídeo, todo lo que hay que hacer es eliminar por completo el óxido que se haya formado, para luego eliminar la calamina. Para esto recomiendo usar un producto químico específico para este uso, bien sea del fabricante Corten Plus ó de Lineacor (son los dos que yo conozco).

Mucho cuidado con estos productos, por cierto, incluso si los usas al aire libre. Los guantes son imprescindibles, y te recomiendo llevar gafas para protejer los ojos. Como puedes ver en el vídeo yo lo estaba usando sin mascarilla, pero lo suyo sería llevarla puesta. Más de una vez aspiré algo de producto pulverizado y no es agradable, aunque al aire libre es más difícil que la concentración del producto llegue a ser peligrosa.

Hacer las cosas bien

Una vez retirada por completo la dichosa calamina, es hora de oxidar el acero corten, esta vez partiendo del acero totalmente desnudo, como debe ser. 

A partir de aquí tienes varias opciones para llegar al resultado final que buscas. De eso hablaba en el post sobre la oxidación del acero corten que te recomiendo leer, si te interesa el tema.

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Oxidación del acero corten

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y en este post quiero hablarte de la oxidación del acero corten y de las distintas opciones que existen para conseguir el acabado característico de este material. 

Si estás un poco familiarizado con el acero corten sabrás que, a diferencia del acero normal, el óxido que se forma sobre su superficie no se desprende del material, sino que forma una capa protectora que impide la oxidación de toda la pieza. Con lo cual, con el tiempo llega un momento en que el material deja de oxidarse. 

Este proceso puede tener lugar de manera natural ó podemos provocarlo y controlarlo con distintos productos.

Oxidación Natural

El método más fácil y económico para conseguir una buena oxidación del acero corten y obtener su acabado característico es simplemente dejarlo a la intemperie y esperar. La pieza se irá oxidando y al cabo de un tiempo se habrá estabilizado esa capa protectora que mencionaba más arriba y la oxidación de detendrá.

Tximo Gracia

Pese a los inconvenientes que cito a continuación, a mí me gusta mucho este método porque disfruto viendo cómo cambia el aspecto del acero con el tiempo, y porque me parece que el acabado final es más bonito que cuando lo oxidamos de manera forzada. El acero va a tomar distintos tonos dependiendo de la exposición al sol que tenga, con lo que se creará un efecto que casi podríamos llamar de “curtido” totalmente único de esa pieza en particular y, para mi gusto, mucho más bonito que el tono uniforme que se consigue con la oxidación forzada.

Este método tiene el inconveniente de que es un proceso lento que puede durar hasta un par de años. No obstante, en mi opinión no es un problema, ya que en pocas semanas (especialmente si hay lluvias) el acero ya se habrá oxidado y aunque el proceso continúe evolucionando, el aspecto de la pieza será casi el definitivo.

Cuidado con las manchas

El verdadero problema viene cuando quieres instalar la pieza en cuestión (una jardinera, una escultura, etc) sobre una zona pavimentada ó si se trata de una pieza para colocar en interior.

He dicho al principio que el óxido no se desprende del material, pero eso sólo es cierto cuando el óxido está totalmente estabilizado. Durante el proceso de oxidación del acero corten sí que se va desprendiendo en forma de polvo parte del óxido, especialmente cuando es arrastrado por el agua de la lluvia.

Si estamos hablando de una pieza para colocar sobre una zona pavimentada en el exterior, entonces tenemos el problema de que durante el largo proceso de oxidación natural, irán apareciendo en nuestro suelo manchas de óxido nada fáciles de limpiar.

Esto no suele ser un problema cuando se instala una pieza sobre un césped, tierra ó grava, ya que el agua que arrastra el óxido responsable de las manchas se filtra y apenas deja rastro. Y si queda algo de tierra ó grava manchada de óxido es muy fácil de retirar (removiándola un poco) y que no se note nada, pero encima de un pavimento la cosa cambia mucho.

Qué hacer

En teoría con un buen tratamiento de oxidación y paro es posible eliminar el problema de las manchas, pero algunos expertos afirman que no es así. Personalmente pienso que nunca se puede asegurar al 100%, ya que las condiciones climatológicas y el tipo de uso que se le dé a la pieza en cuestión pueden afectar de muy distintas maneras al material.

Aplicar barnices (que hay de muchos tipos) en principio es una buena solución, pero ya va a requerir un cierto mantenimiento y para algunos usos, como barbacoas o braseros, que se calientan a temperaturas muy elevadas, no creo que sea adecuado.

Así que, mi recomendación en estos casos es aplicar el tratamiento de oxidación forzada y baño de paro, pero mantenernos alerta y eliminar cualquier mancha por pequeña que sea en cuanto la veamos aparecer.

Otro detalle que ayuda mucho a reducir el problema es evitar el contacto directo entre el acero y el suelo. La mayoría de las veces esto es fácil de conseguir, colocando unos tacos de goma o alguna solución por el estilo en la pieza que estamos instalando y que apoye sobre ellos en lugar de directamente en el suelo.

Si se trata de una pieza para el interior el problema es distinto: la pieza simplemente no se va a oxidar, al estar protegida de la humedad y el sol.

Oxidación forzada

Como he dicho más arriba, si se trata de oxidar una pieza para colocar en interior ó para una zona de exterior pavimentada (o de cualquier tipo de suelo delicado) lo mejor es recurrir a la oxidación del acero corten con productos químicos.

En pocas palabras este proceso consite en:

  1. Limpiar bien la pieza
  2. Activar la oxidación con un ácido
  3. Dejar pasar un tiempo para que la pieza se oxide por completo
  4. Detener la oxidación aplicando un baño de paro
  5. Opcionalmente, aplicar un barniz

Hasta el momento he encontrado dos marcas de productos específicos para la oxidación del acero corten.

Lineacor

Una es Lineacor, que es la marca comercial de la empresa española Oxidación Vidmetal, que está en las afueras de Barcelona. Tienen una gama de productos tan completa que el que no sabe del tema se pierde un poco, pero la verdad es que cuando llamé para que me aconsejaran sobre qué productos usar para un aplicación concreta pude hablar directamente con un técnico y me estuvo explicando un buen rato muy amablemente. Salta a la vista que tienen muchos años de experiencia y son auténticos especialistas.

También tienen bastante información en la web sobre cómo utilizar cada producto, sencilla y bien explicada. Hacen mucho hincapié en que si no aplicas bien los productos, tendrás una oxidación irregular, con diferentes tonos de color. Como ya he dicho, a mí me suelen gustar más las piezas con distintos tonos que cuando son totalmente uniformes, pero bueno, es cuestión de gustos.

CortenPlus

La otra marca que conozco y he probado es Corten-Plus, que es de una empresa estadounidense que fabrica en Francia. Tiene web en español y funciona bastante bien.

Un brasero oxidado de manera artificial con los productos de Lineacor. Al fondo una jardinera oxidada con el producto de CortenPlus
Un brasero oxidado de manera artificial con los productos de Lineacor. Al fondo una jardinera oxidada con el producto de CortenPlus

Corten-Plus tiene una gama de productos mucho más reducida que Lineacor, de hecho se limita a un limpiador, un activador de óxido, un barniz, y hace poco han sacado un producto para eliminar la calamina (una capa de protección que lleva el acero cuando ha sido laminado en caliente).  

Según ellos, la principal ventaja de su activador de oxidación es que no contiene ácido, con lo cual es menos tóxico y contaminante que el de la competencia y no necesita baño de paro, por lo que el proceso se reduce a limpiar la pieza, aplicar el activador de óxido y esperar (barnizar es opcional).

¿Qué hago yo?

Yo lo he utilizado muchas veces, siempre para piezas de exterior que no iban a instalarse sobre suelos delicados, y funciona muy bien. El resultado final (lo puedes ver en la siguiente imagen) se ve un poco más artificial que si no le haces nada a la pieza, pero lo cierto es que es muy bueno.

De hecho, el método que más utilizo consiste en aplicar una mano inicial del activador de óxido de Corten Plus y luego dejar que las lluvias (o la manguera) y el sol hagan el resto. El acabado final es impecable, como puedes ver en los alcorques que fabricamos ó el sistema modular de jardineras (Sistema XL). Si se trata de una pieza para interior entonces utilizo los productos de Lineacor, activador de óxido y baño de paro. Suelo aplicar tres manos de este último.

Haz clic aquí si quieres saber cómo soldar el acero corten.

Espero que te haya sido útil esta información y que ahora tengas clara una visión general sobre la oxidación del acero corten. No dudes en ponerte en contacto conmigo si tienes alguna pregunta. Estaré encantado de ayudarte si está en mi mano.

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Bancales elevados de PVC

Bancal elevado de PVC

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca del uso de bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos.

En este post te voy a hablar de otro tipo de bancales con muchas ventajas interesantes: los bancales elevados de pvc.

Madera: muy bonita pero …

Si leíste mi post sobre bancales elevados de madera, recordarás que el problema que tienen se resume en pocas palabras: la madera se deteriora rápido y el mantenimiento es laborioso, caro, y no demasiado efectivo.

Y es una auténtica lástima, porque el día que instalas tus bancales de madera (no de palé, que ya sabes que no me gustan nada) tienen un aspecto estupendo, y da mucha rabia comprobar con el tiempo cómo la madera ha perdido su atractivo color, su textura, e incluso se ha agrietado o deformado.

PVC al rescate

¿Te has fijado en cómo ha crecido el número de empresas que te ofrecen ventanas de PVC con un acabado que imita distintos tipos de madera? 

Hace años el PVC era un material de segunda. No sé si sería verdad o no, pero todo el mundo decía que el problema de ponerte una ventanas de PVC era que con el tiempo el blanco amarilleaba, y tus ventanas tenían un aspecto lamentable.

Honestamente, no sé si lo que ha ocurrido es que los fabricantes han conseguido mejorar las propiedades de los acabados del PVC, o que aquello de que el color se estropeaba no era del todo verdad (supongo que pueden haber sido ambas). El caso es que hoy en día te puedes poner unas ventanas de PVC con infinidad de acabados y te durarán toda la vida.

¿por qué te hablo ahora de ventanas?

Lo que quiero decir con todo esto es que se pueden utilizar perfiles de pvc con acabado de imitación a madera para hacer jardineras ó bancales elevados en nuestro huerto o jardín con garantía más que suficiente de durabilidad. El aspecto final será tan bueno como el de la madera natural, pero con la ventaja de que con cero mantenimiento el aspecto inicial se conservará para toda la vida.

Sé que suena raro, pero si eres de los que les encanta la madera en el jardín, olvídate de la madera y ponte unos bancales de PVC. Tendrás la estética que buscas y te olvidarás de los problemas.

Después de todos estos años dándole vueltas a cómo hacer bancales elevados y haciendo experimentos, sabiendo lo que se puede hacer con el acero cortén y el PVC, te puedo asegurar que en mi casa no vuelve a entrar una sola traviesa de tren y ni un sólo tablón de madera tratada en autoclave.

Un producto para tí

Lo estabas viendo venir, seguro. Si hay algo que me gusta, además de cultivar plantas en bancales elevados y el acero cortén (que sigue siendo mi favorito, lo reconozco) es pasar las horas en mi taller para convertir cosas que hago para mí en productos interesantes para la gente como tú, que comparte mis gustos y aficiones.

Por eso en jardindeacero.com ya puedes comprar un kit con todo lo necesario para montarte tus bancales elevados de PVC, con perfiles de pvc reforzados con un perfil interior de acero y uniones para las esquinas en acero corten (ya oxidado), pero antes déjame que te cuente alguna cosa más sobre ellos.

¿Mejor que el acero cortén?

El acero cortén es mi favorito sin duda. Pero si a tí lo que te gusta es la estética de la madera, entonces está claro que el bancal de PVC es tu mejor elección.

En mi post sobre los bancales elevados de acero cortén señalaba un pequeño inconveniente que tienen: que en verano, cuando están a pleno sol no hay quien los toque. Efectivamente el acero se calienta mucho, y aunque mis bancales tienen un borde de 10 cm para que te puedas sentar en ellos tranquilamente, más vale que no lo hagas en pleno verano o te quemarás el culo.

A mí me parece un inconveniente sin importancia, pero es verdad que el bancal de PVC no tiene este problemilla, de hecho es un magnífico aislante térmico. También es mejor en este aspecto que los ladrillos cerámicos, puesto que además no absorbe nada de agua, por lo que las heladas no serán un problema.

Otra ventaja del PVC es que debido a su reducido peso cuesta muy poco manejar piezas grandes, con lo cual te puedes hacer un bancal de hasta 3 metros de largo sin uniones, salvo por las esquinas, lo cual le da un plus de solidez y mejora el aspecto final.

Perfecto para huertos urbanos

Si vas a montar tus bancales en una terraza ó un azotea, no podrás instalar bancales de acero corten a no ser que los oxides antes, ya que en el proceso natural de oxidación, que dura más de un año, te pondrán el suelo perdido. En ese caso tienes que recurrir a la oxidación forzada mediante el uso de productos químicos, lo cual tiene un coste añadido nada despreciable.

Con el pvc este inconveniente no existe, claro. Puedes montar tus bancales directamente sobre el pavimento, que no vas a tener ningún problema. Lo de montar bancales encima de una terraza o una azotea la verdad es que no lo he hecho nunca, pero intuyo que es un tema como para dedicarle un post entero.

¿y esto cuánto cuesta?

Si sacamos la calculadora, no hay manera de vencer al bancal de ladrillo cerámico, que se mantiene como la solución más barata. 

Pero en segundo lugar está el bancal de PVC sin duda. Comprarlo será igual o más barato que la madera tratada en autoclave y durará toda la vida gastándote 0 € en mantenimiento, así que más económico que la madera, indiscutiblemente. También es algo más económico que el acero cortén, aunque aquí la comparación es menos objetiva, porque son materiales muy diferentes.

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Bancales elevados de acero cor-ten

Bancal Modular de Acero Corten

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca del uso de bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos.

En esta ocasión te quiero hablar del útlimo tipo de bancal con el que he experimentado y que en mi opinión es el mejor: el de acero cortén.

Bancales elevados de acero cortén

Durante estos años dedicándome como aficionado a cultivar hortalizas y otras plantas en el jardín de mi casa he estado permanentemente buscando una manera óptima de crear bancales elevados, lo cual significa probar con distintos materiales y sistemas que he ido explicando en los anteriores posts. (ir al primero)

Pero no sólo se trataba de buscar una manera práctica y eficaz de hacer bancales y jardineras de gran tamaño. Poco a poco me fui volviendo más exigente, también quería que tuviera clase.

El ladrillo cerámico es lo más práctico y económico, pero la estética deja mucho que desear. La madera, especialmente las traviesas de tren, casi cumplían mis expectativas en cuanto a estética, pero surgieron los problemas que ya conté en el post dedicado a los bancales elvados de madera y que se resumen en uno: la madera, incluso la tratada, se deteriora muy rápido. Eso significa que a los pocos años hay que sustituirla ó llevar a cabo un mantenimiento que no es nada fácil ni barato.

El acero cortén es para siempre

Es indiscutilblemente lo más resistente que hay, no se va a romper ni agrietar ni deformar aunque le des un golpe con la carretilla o el cortacésped ni le van a afectar las heladas ni va a coger hongos ni se va a pudrir, aunque seguramente ya habrás pensado que se oxidará. Efectivamente, pero en el caso del acero cortén, eso no es un problema, sino una virtud.

El acero normal y corriente (conocido como acero al carbono) se oxida, y con el tiempo la corrosión avanza hasta convertirlo en herrumbre. Quizá para cuando un bancal o jardinera de acero al carbono se desmorone debido a la corrosión, tú mismo ya te hayas convertido en material compostable, pero eso no me atrevo a asegurarlo. 

El acero cortén se oxida igual que el acero normal, pero con la diferencia de que el óxido forma una capa impermeable que protege el interior, con lo cual, llega un momento en que deja de oxidarse. Esto mismo ocurre con el aluminio (todo el aluminio que veas está oxidado), sólo que en el caso del acero cortén es un proceso muy lento (más de un año).

Un material unido al diseño de vanguardia, al arte y al lujo

Peine del viento

Te habrás dado cuenta ya de que el acero cortén es un material muy apreciado por arquitectos, diseñadores y artistas, con el que se construyen fachadas de edificios, viviendas de lujo, grandes esculturas (¿qué hubiera sido de artistas como Chillida sin este material?) y muchas otras cosas, siempre de categoría premium, por así decirlo.

No es de extrañar que la presencia de este acero en nuestro jardín nos produzca una sensación de confort, de importancia, de relevancia social, como la que tenemos cuando nos movemos en un coche lujoso, viajamos en primera clase o nos alojamos en un hotel de 5 estrellas.

¿y no se calentará mucho?

La temperatura que puede llegar a coger el metal es el único inconveniente que se le puede encontrar. Si te quieres sentar sobre él un 15 de Julio a las cuatro de la tarde te quemarás el culo, pero, ¿quien tiene ganas de salir al jardín a 38ºC? 

Es innegable que una pared metálica supone un aislamiento térmico nulo, y podrías pensar que convendría añadir algún material aislante en el interior del bancal, pero después de algunos experimentos he comprobado que da igual si lo haces o si no.

Tendemos a pensar que la pared metálica recalentará la tierra a una temeperatura muy alta, pero no ocurre así. Como he dicho antes, si tocas la chapa de acero a pleno sol un día de verano te quemarás, pero bastará que separes la mano un par de centímetros (o menos) para que no notes nada. Lo mismo ocurre en el interior. La superficie del metal está muy caliente (o fría en invierno), pero a menos de un centímetro la temperatura será normal.

Que notes el metal muy caliente o muy frío sólo responde a la facilidad con la que el metal conduce el calor, no significa que el metal esté generando calor.

Vale muy bonito, pero …

Si quieres hacer tus bancales elevados con acero cortén, que a estas alturas seguro que quieres, tienes un problema grave que no he mencionado aún pero que te estarás imaginando hace rato. Al igual que pasaba con la estructura de acero para reforzar el bancal cerámico de doble altura (te recuerdo mi post sobre bancales cerámicos) necesitas un profesional que te los instale en tu casa.

Si ya por sí solo el acero cortén es un material costoso en relación con las otras opciones (aunque más barato que la madera si metemos el nulo mantenimiento en la ecuación) imagínate si tienes que recurrir a un profesional cualificado para que te fabrique tus bancales a medida y en tu propia casa, porque evidentemente, un bancal de un tamaño normal es un trasto enorme que pesa un quintal y no hay quien lo transporte a tu casa un precio asumible.

Además en mi caso se me plantea otro problema ahora que planeo mudarme de casa: ¿qué hago con mis bancales? ¡No me puedo llevar esos mastodontes de 4 y 5 metros de ninguna manera!

Pero, como quizá hayas imaginado por el camino, después de tantos años de pruebas y experimentos, he creado un sistema de bancales modulares que resuelve de manera sencilla los problemas de peso, transporte e instalación, y he creado esta web para ofrecertelo a tí, que evidentemente, si has leído hasta aquí, compartes conmigo aficiones y gustos estéticos.

Bancal Modular de Acero Cortén

Con este sistema puedes comprar un kit para motar tu bancal de acero cortén, eligiendo entre dos alturas diferentes (25 y 50 cm), y prácticamente cualquier medida que necesites.

Cuando te lleguen a casa podrás llevar las piezas a su emplazamiento definitivo sin problemas ya que la más grande (150 cm de largo) pesa unos 10 kg, un peso considerable pero manejable para casi cualquier persona.

Una vez en su sitio sólo tienes que unir las piezas con los tornillos y tuercas de acero galvanizado incluidos en tu kit en menos de 10 minutos. Puedes ver el proceso en este vídeo.

Te puedo asegurar por propia experiencia que el aspecto de tu jardín dará un salto cualitativo enorme cuando el acero empiece a tomar su color característico (si les das un manguerazo a diario, en unos días tendrán una pinta de auténtico lujo)

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Bancales elevados de ladrillo

bancales elevados de ladrillo

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca del uso de bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos.

En este post voy a abordar los bancales elevados de ladrillo, más concretamente los de ladrillo cerámico (los naranjas, también llamados rasillones o bardos), que son los que yo he probado, con una variante que te contaré para sacarles más partido.

Bancales elevados de ladrillo cerámico

Como explicaba en mi post anterior, mi primera idea fue hacer los bancales de madera, pero en realidad la primera que puse efectivamente en práctica fue la de los bancales cerámicos.

Aquello fue por el 2005 o 2006. En 2011, con casa nueva, empecé a experimentar con la madera, lo que acabó en bancales de madera tratada en 2013. Hace unos dos años (en 2016) añadí un nuevo bancal a mi huerto y esta vez volví a recurrir a los ladrillos.

Es de lo mejor que hay cuando intentas tener en cuenta todos los factores (facilidad, economía, resultado final). Mi principal argumento en contra es estético, aunque tengo algún otro que no es ninguna tontería.

La solución más económica

Los ladrillos cerámicos tienen una gran ventaja: que son muy baratos. Puedes comprar rasillones de 25×100 cm y 4 cm de grosor por menos de 1€ la pieza. La altura de 25 cm no es gran cosa pero es suficiente para muchos cultivos si además cavas unos 10 o 15 cm extra. No es de extrañar que muchos aficionados a las hortalizas los utilicen.

Para un jardín ornamental no creo que haya nadie que los use, por que no es que quede muy bonito, la verdad, aunque cada uno tiene sus gustos.

El método, seguro que lo has visto explicado en algún blog o vídeo, consiste en ir clavando estacas de hierro corrugado (al menos 2 por cada ladrillo) en el lado exterior de la pared del bancal. El ladrillo queda apoyado en los hierros y la presión de la tierra por el otro lado lo mantiene en su sitio. Bien fácil. Puedes hacer el bancal con muchas formas y medidas y es casi perfecto.

¡Ojo, que tampoco es gratis! A lo que te van a costar los ladrillos le tienes que sumar las barras de hierro corrugado, que no son caras, pero no las regalan. No sería raro que gastaras en hierro el doble de lo que te has gastado en ladrillos.

Y tampoco se va a montar solo. Te va a costar bastante trabajo dejar todos los ladrillos bien alineados y, sobre todo, bien firmes para que cuando llenes el bancal de tierra aquello no se desmorone.

Algunos inconvenientes

En primer lugar, los ladrillos cerámicos tienen la característica de absorber muy bien la humedad (por eso los albañiles los suelen humedecer antes de aplicarles cemento) y eso puede darte problemas si vives en un sitio con fuertes heladas. El agua absorbida por el ladrillo se congelará, y al ganar volumen (motivo por el cual el hielo flota) romperá el ladrillo. No en añicos, claro está, pero le irán saliendo grietas y con el tiempo se puede romper.

Otra cosa que no me gusta de este sistema tiene que ver con la facilidad para moverse por el huerto, y me explico: En general, tener una hilera de bancales de 4 ó 5 metros de largo hace que moverse por el huerto sea un poco más pesado, porque sólo puedes moverte en una dirección y tienes que ir hasta el extremo del pasillo para moverte en dirección perpendicular.

Si puedes atravesar un bancal pasando por encima, podrás moverte por tu huerto con mucha más libertad. Pero claro, para hacer eso sin pisar el suelo de cultivo (¿no era esa una de las principales ventajas de cultivar en bancales elevados?) tendrás que poder pisar firmemente sobre los bordes del bancal y pasar de un lado a otro dando un paso un poco largo (130 cm como máximo, diría yo). Y aquí es donde los bancales de ladrillo, en mi opinión, se quedan un poco cortos.

¿y si quieres un bancal más alto?

Si quieres hacer un bancal más alto (50 cm) puedes probar a hacer una pared con dos filas de ladrillos. Con esa altura, en mi opinión, el método de las estacas de hierro no es buena idea, necesitarás barras demasiado largas y tendrás que clavarlas muy hondo para que tenga suficiente resistencia. ¡y mejor olvídate de atravesarlo caminando por encima!

Bancal de ladrillo con estructura de acero
Bancal de doble altura construido con ladrillo cerámico sobre una estructura de acero.

Puedes hacer lo que hice yo: montar una estructura de acero soldada y clavada en el suelo que sujete con firmeza las paredes de ladrillo. El propósito es el mismo que con las barras de hierro: que el ladrillo se quede vertical, pero con una resistencia muchísimo mayor, y con capacidad para aguantar una pared de dos filas de ladrillos de 25 cm y que puedas sentarte en el borde tranquilamente.

Esa solución es casi perfecta. Es muy resistente, no se va a caer nunca. Podrías incluso sustituir algún ladrillo que se rompiera sin peligro de que se te desmorone la estructura entera. Si además recubres el interior de las paredes con lona de pvc, como hice yo, evitarás la pérdida de agua por las paredes y reducirás el problema de las heladas, ya que los ladrillos estarán más secos.

Cómo y por cuánto

En cuanto a coste de materiales, puede ser como el doble que con el método de las barras de corrugado, pero todavía estamos en un rango low cost, desde mi punto de vista.

Aquí estoy montando los ladrillos en la estructura de acero soldada y pintada con varias capas de Oxirite.

Eso en lo que se refiere a coste del material, porque está claro que para hacer esa estructura hay que saber soldar (como es mi caso) o llamar a un soldador que te la haga, lo cual además tendrá que ser in situ, o no habrá manera de transportarla a tu jardín una vez hecha sin que cueste un dineral el porte.

Por lo tanto se trata de una solución muy buena suponiendo que el aspecto final no te disguste mucho, pero lamentablente tendrás que aprender a soldar (y eso no es como poner tornillos, te lo aseguro) o recurrir a un profesional, con lo que dejará de ser una opción barata.

En el siguiente post te cuento por qué los bancales elevados de acero cortén son los que más me gustan.

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Bancales elevados de madera

Bancales elevados de madera

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca del uso de bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos. Después de enumerar las ventajas de este tipo de cultivo en los dos posts anteriores (ir al primero), voy a entrar en los tipos de bancales que se pueden hacer, empezando por los bancales elevados de madera.

Bancales elevados de madera. Fáciles de hacer, pero …

Cuando empecé a pensar en hacerme un bancal elevado, la primera opción que me vino a la mente fue hacerlo de madera, principalmente por lo fácil que era hacerlo medianamente bien. Unir cuatro tablones de madera es, en efecto, un proyecto al alcance de cualquiera mínimamente habilidoso.

Por hacerte la historia corta: olvídalo. Como supongo que no te valdrá con una recomendación tan tajante te cuento mis motivos.

El principal problema es que la madera buena es carísima y no es tan buena y la madera barata es malísima y no es tan barata. Si compras madera asequible en la brico-tienda de turno, seguramente será pino u otra madera bastante porosa, por lo que la humedad y los hongos penetrarán fácilmente y la estropearán deprisa. ¡Eso por no mencionar lo difícil que es encontrar un tablón en un leroy-brico-haus que sea recto! y cuando digo recto no quiero decir que mirádolo desde la otra punta del almacén parezca que casi no está torcido, no, digo RECTO (este tema me enerva un poco, ¿se me ha notado?).

Si te vas a un almacén de madera de verdad, los precios te tirarán de espaldas. Y al final, por muy bien hecho que esté un tablero y por muy bueno que sea el pino o el abeto, seguirá siendo una madera porosa, y si pides tablones de roble o haya o alguna otra madera poco porosa, tendrás que pedir una hipoteca para hacerte los dichosos bancales.

Traviesas de tren

Jardindera de traviesas de madera
Jardindera de traviesas de madera

Otra opción interesante son las traviesas de madera. Tengo una jardinera enorme en la entrada de casa hecha con estas maderas y forrada por dentro con lona de pvc. No es mala opción, pero tiene un gran problema: con el tiempo pierden el color, se agrietan y se deforman, perdiendo gran parte de su encanto inicial, por no mencionar que tienes que manejar piezas de madera realmente grandes y pesadas para montar tus bancales.

Si es para cultivar hortalizas y usas traviesas antiguas, ojo: hay quien dice que los productos con los que se trataban antiguamente las traviesas hacen que la madera dure toda la vida, pero pueden ser tóxicos. Y debe ser cierto, ya que ese tratamiento esta prohibido hoy en día en toda la UE. Te recomiendo este post sobre traviesas de madera si te interesa el tema.

Palés reciclados, yo que tú no lo haría

Si optas por entrar en el inframundo de la madera de palé (o palet, no lo sé), como hice yo, te estás metiendo en un berenjenal del que no puedes salir airoso. Creeme porque te hablo por mi propia experiencia: ya puedes usar una palanca de acero de 1 metro de largo (yo la usaba) o herramientas fabricadas expresamente para desmontar palés (yo me las fabriqué y las usé) que acabarás el doble de cansado, gastarás el triple de palés y tardarás el cuádruple de lo que crees.

Los dolores de espalda que esperas evitar con el bancal elevado los vas a tener por duplicado a base de transportar y desmontar esos trastos. Los palés buenos (EUR-PAL, que aquí también hay calidades) pesan una barbaridad y llevan unos clavos larguísimos que cuesta mucho quitar, ya que están hechos para aguantar todo tipo de maltrato en ambientes de lo más hostil.

Y a lo mejor piensas: mejor, esa madera aguantará siglos. Pues quizá pero, salvo que seas un auténtico crack trabajando con la madera (en cuyo caso sabes lo suficiente como para prever que no merece la pena) cuando termines tu ingente trabajo, tu jardín o tu huerto tendrá un aspecto lamentable, casi como el de tus lumbares. 

Puedes evitar mucho sufrimiento cortando palés EUR a lo largo y utilizando el semi-palé como pared del bancal (te queda de 40 cm de alto), forrándolo por dentro con lona de pvc para tapar los huecos. Queda feísimo. No intentes esto si tu pareja no apoya el proyecto al 110%, te juegas el matrimonio.

¡Tranquilo, la madera tratada en autoclave viene al rescate!

Por ese pueblo también he pasado, y unos 5 años después ahí siguen mis bancales de madera tratada resistiendo a duras penas el paso del tiempo. Durarán más que si fueran de madera sin tratar, pero se van deteriorando visiblemente. No están mal, pero no lo recomiendo.

Madera tratada en autoclave deteriorada
Estado de la madera tratada en autoclave (tipo IV) después de 5 años

En primer lugar, el precio se dispara si quieres hacer algo más alto que una simple bordura (yo sólo encontré tablones de 15 cm). Y en segundo lugar hay un problema que tendrás aunque compres los listones de madera tratada en el mejor proveedor del mundo, me explico:

En pocas palabras, el tratamiento en autoclave consiste en impregnar la madera de una sustancia fungicida y someterla a una alta presión y temperatura (un autoclave no es más que una olla a presión de proporciones industriales). Esto mata todo bicho viviente y hace que el producto aplicado se introduzca por todos los poros de la madera, creando una capa que sella el interior e impide la entrada de nuevos agentes nocivos.

Estupendo, pero el caso es que esa capa protectora tiene unos milímetros de grosor o unos centímetros en el mejor de los casos, nunca impregna toda la madera. ¿Qué pasa cuando coges una pieza y la cortas a la medida que necesitas? Pues que la superficie del corte vuelve a ser madera desnuda sin ningún tipo de portección. Acabas de estropear el invento. La única solución que se me ocurre es encargar que te hagan las piezas a medida antes de someterlas al proceso del autoclave. ¿Te suena igual de impagable que a mí?

En mi opinión la mejor opción, si te gusta el look de la madera, es recurrir a los bancales elevados de PVC, con los que obtendrás la estética que buscas evitando todos los problemas de la madera.

En el próximo post te cuento mi experiencia con los que parecen ser los bancales más utilizados, los de ladrillo cerámico.

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Ventajas discutibles de los bancales elevados

bancales elevados tipo keyhole garden

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca de los bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos. Hay quien habla de los bancales elevados como si fueran la octava maravilla del mundo. En el post anterior hablé de motivos para utilizar esta forma de cultivo. En este voy a hablar de lo que me parecen ventajas discutibles de los bancales elevados.

Mejora el drenaje del suelo.

Esto me parece una verdad a medias, y me explico. Es cierto que una porción de suelo elevada respecto al suelo que la rodea se vacía antes de agua, por lo tanto un bancal elevado drenará mucho mejor. Esto es una ventaja indiscutible si la tierra con la que rellenas el bancal tiene tendencia a encharcarse, pero puede convertirse en un inconveniente si la tierra de relleno tiene la característica contraria, es decir, si retiene poco el agua.

Utilizando tierra de cultivo comprada en sacos en centros de jardnería, me he encontrado que con el tiempo las partículas más finas son arrastradas por el agua y lo que queda es casi arena. Si coges un puñado de tierra de tu jardín o huerto, lo mojas bien y eres incapaz de hacer una bola con la mano porque se te deshace, tienes el mismo problema que yo.

Este tema merece un post aparte, pero sirva como ejemplo de una situación en la que el hecho de cultivar en un bancal, que mejora el drenaje del terreno, no es en absoluto una ventaja. Dicho lo cual, si esta es tu situación, el problema que hay que atacar es la composicion de tu suelo, no el bancal.

Tendrás menos malas hierbas

En muchos blogs que he leído, dan por hecho que el bancal elevado tendrá una mejor composición que el suelo del jardín o huerto (cosa que suele ser verdad, como dije en mi primer post) y por lo tanto podrás cultivar mayor densidad de plantas, lo que hará que haya menos suelo no cultivado expuesto al sol, lo cual se traducirá en menos espacio y recursos para las malas hierbas.

Bueno, poco a poco. Yo creo que todo eso es verdad, pero el mérito no hay que atribuirlo al bancal elevado, sino a la calidad y profundidad del suelo.

Cuanto más espacio haya para que puedan desarrollarse las raíces y mejor sea la composición del suelo y más numerosa y equilibrada la comunidad de insectos, gusanos y microorganimos que lo habitan, más plantas podrán vivir en él, incluso hasta que desde arriba deje de verse el suelo. Y eso es independiente de si se trata de un bancal que se ha cavado en la tierra o que se ha hecho crecer del suelo para arriba.

Es decir, si cavas un bancal de 50 cm de profundidad y lo rellenas con la misma tierra que tienes en tu bancal elevado de 50 cm de altura, y lo mantienes igual de bien alimentado, podrás cultivar con la misma densidad de plantas y tendrás la misma cantidad de malas hierbas que en el bancal elevado.

Lo importante en este caso es la calidad del suelo, no si está elevado o no.

Dicho lo cual, debo admitir que en mi caso no es un problema, pero en zonas húmedas donde la hierba crece hasta en las aceras, aseguran que los bancales elevados la mantienen a raya.

No es necesario labrar la tierra

Totalmente cierto, pero nuevamente, creo que es una consecuencia de mantener un suelo vivo y lleno de lombrices, no del hecho de que esté elevado.

El arar y labrar la tierra periódicamente tiene dos consecuencias nefastas para el suelo. En primer lugar destroza cualquier estructura que se haya formado en el sustrato, y me refiero a colonias de hongos y microorganismos, además de galerías que hayan creado las lombrices u otros habitantes y que conforman todo un ecosistema subterráneo que fabrica montones de alimento asimilable por las plantas.

En segundo lugar, con el tiempo se va formando lo que se llama una suela de labor. Hay una profundidad en la que las palas de las motoazadas ya no rompen el suelo, sino que sólo lo aplastan. Con el tiempo ahí se va formando una capa de suelo compacto que acaba siendo impenetrable. Con lo cual todo el espacio disponible para las raíces de las plantas se reduce a una franja de unos 25 cm de profundidad, algo insuficiente para la mayoría de cultivos.

Los bancales elevados facilitan el cultivo sin maquinaria de labranza (o dificultan el uso de maquinaria de labranza, como prefieras decirlo) pero no es imprescindible tener bancales elevados para evitar los efectos negativos del uso de dichas herramientas, basta con dejarlas aparcadas en la estantería del garden center de turno.

La tierra se calienta antes al acabar el invierno y se alarga la temporada.

Cierto, la tierra del bancal recibe calor del sol no sólo por la superficie sino también por las paredes del bancal y, dependiendo del material del que esté hecho y de su altura, puede notarse más o menos el efecto. Pero ojo, que esa frase está sin acabar.

En primer lugar, de la misma forma que la tierra se calentará más al inicio de la primavera, se calentará más en lo más cálido del verano. Y en segundo lugar, por las paredes no sólo se recibe calor del sol, también se pierde, por lo tanto también en invierno se enfriará más la tierra del bancal que la del suelo.

El que eso suponga una ventaja o un inconveniente depende mucho del clima donde vivas, por lo que eso de que se alarga la temporadaes una afirmación para cogerla con pinzas.

No obstante, por experiencia propia con bancales de distintas alturas y materiales, no he visto grandes diferencias entre la temperatura del suelo de unos y otros, y eso que en Madrid, donde yo vivo, el clima es una especie de trastorno bipolar entre frío ártico y calor sahariano (y lo que nos gusta exagerar, admitámoslo).

En estos dos posts (leer el primero) te he contado desde mi punto de vista y experiencia personal qué ventajas, con sus matices, tiene el cultivo en bancales elevados. En el próximo post entraré de lleno en qué tipos de bancales existen y cómo me ha ido con cada uno de los que he probado.

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Por qué cultivar en bancales elevados

Hola, soy Tximo Gracia, creador de jardindeacero.com, y quiero compartir contigo la experiencia que he acumulado en los últimos 13 años acerca de los bancales elevados, tanto para horticultura como en jardines decorativos.

En primer lugar te quiero explicar qué ventajas tiene cultivar en bancales elevados en lugar de hacerlo directamente en el suelo. Luego entraré en los distintos tipos de bancales que he probado y por qué el de acero corten es, sin duda, el que más me gusta.

¿Por qué cultivar en bancales elevados?

Es posible que hayas leído más de un blog enumerando las distintas ventajas de esta forma de cultivo. En mi opinión, no es que los bancales elevados sean una forma esencialmente mejor de cultivar tus plantas, simplemente tienen una serie de ventajas que pueden hacer que sea la mejor opción para tí. Algunas de estas ventajas son objetivas, otras son cuestión de gustos.

Son la mejor forma de asegurar que el suelo cultivado no se pisa.

Que nadie pise el suelo donde tus plantas se desarrollan es una ventaja indiscutible. Es lo mejor para que las raíces crezcan sin dificultades, y que el agua, el aire, las lombrices y otros personajes puedan circular a sus anchas manteniendo el suelo lleno de vida.

La efectividad del bancal elevado para evitar que el suelo se pise varía con su altura. Un bancal de 15 cm de alto actuará como una mera barrera visual que el adulto medio e incluso el adolescente respetarán, aunque será más difícil que semejane escaloncito frene los deseos de explorar de un crío de tres o cuatro años.

Un bancal de 50 cm de alto es infalible. A nadie se le ocurrirá encaramarse ahí para pisotear el mullido suelo donde viven tus plantas. Sólo un gato tiene ese privilegio a su alcance y contra eso, lo siento, no hay nada que hacer.

Te evitará cavar y mover muchos metros cúbicos de tierra.

Si vives en una zona urbana, es muy problable que tu suelo no sea muy fértil. En mi caso, en un pareado en las afueras de Madrid, la situación era de las peores posibles: tierra añadida por la constructora al final de la obra, seguramente resultado de la excavación inicial para los cimientos, y que de paso aprovecharon para tapar montones de escombros y basura.

En cuanto quieras hacer un huerto o jardín de cierto tamaño, incluso si las condiciones no son tan malas como las que yo me encontré, la cantidad de tierra que tienes que mezclar, remover ó directamente sustituir, supera sobradamente lo que tus vértebras y la paciencia de tu familia pueden soportar.

Es cierto que puedes llamar a una empresa que vaya a tu casa con una excavadora, se lleve lo que haya que llevarse en un camión y te traiga tierra buena. Eso sí, pon en forma tu tarjeta de crédito y respira muy hondo cuando compruebes con tus propios ojos a qué se refieren con eso de tierra buena (yo me he encontrado trozos de botellines en una cosa que pagué como tierra vegetal). Todo ello suponiendo que tu jardín sea accesible para una excavadora y no haya que meter la tierra en sacas con un helicóptero.

Mejor hacia arriba que hacia abajo

¿La mejor solución? Sin ninguna duda, poner bancales elevados y rellenarlos con tierra en condiciones. Como mucho, si el bancal no va a ser muy alto (menos de 30 cm) puedes soltar un poco la tierra (como un palmo de profundidad) antes de instalarlo, pero no creo que sea imprescindible.

Si tu suelo ya es bueno, un bancal elevado es la manera más práctica de ganar profundidad extra para cultivas zanahorias, patatas y otras raíces comestibles. Siempre es más fácil hacer crecer el suelo cultivable hacia arriba que hacia abajo.

En mi opinión, las dos ventajas que acabo de explicar, ya son suficientes para decidirse a cultivar en bancales elevados, ya sea hortalizas o plantas ornamentales ó incluso árboles. Pero hay una tercera muy importante:

Accesibilidad.

Esto es fundamental para tres grupos de personas. Uno: las que ya van teniendo cierta edad y algunos achaques. Dos: las que tienen movilidad reducida. Y tres: las jóvenes y atléticas pero previsoras que se dan cuenta de que algún día pertenecerán a uno de los otros dos grupos, si no a ambos.

Tanto si cultivas flores como si lo tuyo son las hortalizas, tu espalda agradecerá que el suelo esté más cerca. En mi opinión esto empieza a ser verdad a partir de los 40 cm, una altura en la que puesto de rodillas en el suelo, tienes la superficie del bancal a la altura del pecho y puedes trabajar cómodamente.

Altura extra

Si ponerte de rodillas en el suelo es un proyecto inalcanzable para tí, te recomiendo bancales de 50 cm de altura (o lo que se adapte a tu estatura para que te puedas sentar cómodamente y 15 cm de superficie plana para apoyar el culo (sí, he escrito culo, qué pasa). Sentarte en el borde del bancal y trabajar de medio lado es muy cómodo, siempre y cuando no vayas a estar mucho rato en esa postura, ya que tienes que estar con los hombros girados respecto a la cintura, y acaba siendo algo forzado.

Si lo que quieres es poder trabajar sentado en una silla la elección de la altura será más crítica para que se adapte bien a tu estatura. Si además pones un bancal que sea más estrecho por abajo que por arriba, tendrás la superficie de trabajo un poco más a mano.

Estética

Si un bancal es bonito o no, es evidentemente una cuestión de gustos, pero lo que sí es indiscutible es que un bancal elevado supone un elemento de variedad en un jardín o huerto. Delimitar espacios y jugar con distintas alturas puede ser un recurso muy útil a la hora de diseñar un jardín, desde un punto de vista estético y funcional. Cómo utilices ese recurso es cosa tuya.

En el siguiente post hablo de otras ventajas que se suelen atribuir a los bancales elevados pero que me parecen más discutibles. Suscríbete si quieres mantenerte informado.